Claudia González: “Me encantaría volver”

Fue una de las Pioneras de Tigre en los ´90 y jugó en la Selección Argentina. Se retiró joven por tener que trabajar. Hoy, intacta, desea regresar a la competencia.

Por Maximiliano Marasso

Aquellos finales años 90 el fútbol femenino vivió un momento de auge en el crecimiento de la disciplina con muchos equipos participantes. Duró poco el entusiasmo y la cantidad de clubes a lo largo de los años fue mermando. Tigre fue protagonista por aquel entonces con jugadoras que llegaron incluso a la Selección Argentina. En su mediocampo, por el sector derecho, como un tractorcito, con ida y vuelta y gol, estaba quién apodé en su momento la “Cholito” (por el estilo de juego de Diego “Cholo” Simeone).

Claudia González nació el 1 de mayo de 1976. Sí, un “Día del Trabajador”. Actualmente trabaja en maestranza. A los 14 años señala sus inicios en una cancha de cinco, de baby. Jugaba en campeonatos barriales para tres clubes. A los 20 años comenzó su breve, pero recordado paso en el campeonato de AFA.

Entre 1996 y 1999 defendió la camiseta de Tigre que incluso llegó a disputar un hexagonal final por el título enfrentándose a los más grades como Boca, River, y también a Deportivo Español, J.J. Urquiza y Dock Sud que eran equipos con buenas futbolistas.

En 1998 fue convocada por el entrenador de la Selección Argentina (y actual) Carlos Borrello para disputar el repechaje ante México. En el año 2000, con apenas 24 años, paró la pelota y dijo basta. El fútbol por aquel entonces y como pasó a lo largo de la historia no daba réditos económicos y decidió enfocarse en el trabajo.

“Yo dejé porque tenía que trabajar. El trabajo de seguridad es muy esclavo, son 16 horas, no podes hacer nada. Antes era distinto, teníamos que trabajar, fue muy triste dejar de jugar” nos cuenta con nostalgia.

Afirma que se mantiene intacta, que sale a correr, que “jugar a la pelota no se olvida”, que sólo sería cuestión de ponerse en ritmo de competencia. Sueña con volver a competir sea en un equipo de la “A” como del ascenso. Sentir nuevamente esa adrenalina que da jugar por los puntos, defender una camiseta, compartir un vestuario. Alguna oferta escuchó, el “Operativo Retorno” estaría en marcha…

¿Qué era lo mejor que tenía ese Tigre?

Su gente que con poco ingreso trataba de dar todo como Marta Turón, Mercedes, Perrones, Yanina. Tigre fue lo más lindo que me pudo pasar. Siempre jugúe en cancha de cinco. Cuando Tigre empezó con las pruebas a fines de 1996 fui y quedé. Era algo nuevo. Antes no teníamos ropa para entrenar del club, teníamos que llevarnos nosotras. Recuerdo que conseguí unos botines ya viejos para poder jugar. Yo vivía en San Fernando y para ir a entrenar me iba caminando a veces, no tenía para el colectivo. Así formamos un equipo de muy buenas jugadoras.

Cuando nos tocó jugar el primer partido nos dieron la ropa de los jugadores de Primera de Tigre, ¡imagínate cómo nos quedaba! (risas) gigante la camiseta, nos quedaba de pollera, pero nosotras orgullosa, jugábamos para Tigre, la ropa era lo de menos.

Llegó el día que tanto esperábamos, vestuario, mil clases de emociones. Recuerdo que antes para entrar a la cancha pasábamos el túnel, era adrenalina escuchar el ruido del caminar de todas hacia la cancha, el ruido de los botines, parecía que el corazón se iba a salir y pisar la cancha y ver la gente que nos iba a ver. ¿Cómo se explica tanta emoción? Yo era la capitana, hablar con el juez en el medio de la cancha, ver a mis compañeras, lo único que decir por lo bajo “guau mira dónde estoy.

¿Qué otros recuerdos conservas?

Que no hacíamos por estos colores. Una vez el micro no vino, jugábamos contra Ferro (en Pontevedra). La señora del entrenador fue a la avenida para conseguir una camioneta. Le dice “nos tiene que llevar (risas) fuimos veinte personas todas apretadas, ahí nos íbamos cambiando porque llegábamos tarde (NdeR. Fui testigo como periodista, junto al entrenador Carlos Trujillo, de la anécdota. Ambos mirando hacia la calle mientras detrás de nosotros las jugadoras se vestían). Llegamos todas acalambradas cinco minutos antes del partido – ganó Tigre por 4 a 0 –. Estas son las cosas que te quedan.

El entrenador de Boca y de la Selección Argentina, Rodríguez Seoane la convocó en la lista de preseleccionadas para ir al Sudamericano de Mar del Plata (1998). Pero González nos cuenta que fue desafectada por el tatuaje que posee en una de sus piernas. Al DT no le gustó “queda muy feo señorita que tenga un tatuaje en la pierna” rememora Claudia. “Antes parecía que era muy malo, ahora es común, pero antes ese detalle me dejó afuera de Mar del Plata”.


Tu paso por la selección. ¿Cómo fue ese llamado y convivir experiencias con las de Boca y River?
Cuando fuimos convocadas a la Selección, Grachu (Graciela Zavallo), Carolina (Vallejos) y yo, ¡Qué orgullo para Tigre que tres jugadoras fueran convocadas a la Selección Argentina! Recuerdo que le digo a Mercedes Turón que no tenía botines para ir a la Selección a entrenar. Me dice “mi jugadora no va a ir con los botines rotos. Ya te voy a conseguir”. Se peleó con todo el club porque no le conseguían los botines hasta que me consiguió los botines y ¡qué botines! Nuevos, qué felicidad para mí.
Cuando me convocaron recuerdo que estaba sentada y me dicen “Caby, fuiste convocada para la selección”. Me abrazaba, feliz. Viste que no era muy expresiva mi cara, era una roca, de pocas palabras y no se me escapaba una sonrisa (risas) pero fue la mejor noticia que recibí. La primera fue en Casa Amarilla, para Mar del Plata que no quedé. Grachu y Carolina sí, fue muy triste no haber quedado. Después fui otra vez convocada a la Selección por Carlos Borrello (para el repechaje con México).
Recuerdo ir a entrenar en el Cenard, el complejo donde entrenaban los mejores, las Leonas, y mil atletas. Para las jugadoras de River o Boca era algo común, para mí era algo increíble entrenar con Julia Achával, Yanina Gaitán (River), Elizabeth Villanueva (Boca). Muchas jugadoras y personas increíbles.
Recuerdo cuando fuimos a Santa Fe que la Selección jugó un amistoso contra Rafaela antes de ir a México, estábamos en el hotel y la gente afuera pidiendo sacarse una foto, ese día creo que no dormí (risas).

¿Tu debut en la Selección Argentina?
Fue en cancha de Lanús contra Uruguay. Entré en el segundo tiempo. Adrenalina total. ¿Saben lo que se siente jugar con la camiseta de tu país? No tiene explicación, no hay palabra justa para describir lo que se siente, cada palabra no va a ser la correcta y no va a explicar lo que sienta una jugadora. Anécdota: toca un córner a favor, voy al área, Andrea (Arce), Julia (Achával) y (Karina) Morales me dicen que la deje pasar. Dio casualidad que me viene a mí, la paro de pecho y hago una media chilena que no fue gol pero pasó cerca del travesaño (risas). Me miró el ayudante de campo y me aplaude “bien pasó cerca”. Son cosas
que no se desperdicia.

¿La vivencia de los partidos ante México?
Subimos al avión rumbo a México. Atrás mío se sienta (Karina) Morales, yo me estaba poniendo el cinturón, se acerca y me dice “si se cae el avión ni el cinturón te va a salvar” (risas). Esos chistes que hace un gran grupo. Después me relajé, era mi primera vez que subía a un avión. Llegamos a México, llegó el día de jugar, pisar el campo, escuchar el himno nacional argentino. Piel de gallina, sentí que el pecho se te sale, un nudo en la garganta. ¡Qué emoción! Se siente al punto de querer gritar, llorar, reír, todas emociones juntas. Cuando perdimos, el vestuario fue silencio total, las caras de todas, un duro entrenamiento termina en un partido. ¿Cómo levantar a tus compañeras si vos sentías lo mismo? Quedaba un partido de vuelta en Vélez, volver a Argentina y ver que nos esperaba mucha gente, increíble.

¿Qué te pareció la actuación de la Selección en el Mundial y qué futuro le ves a Argentina?
Fue un equipo defensivo. Teníamos equipo con muy buena preparación. Es lo que pasa con Argentina, recién estamos creciendo, porque falta mucho. En una palabra, dimos un paso. Hay una desigualdad, aún falta crecer mucho. Pero hicieron un buen Mundial, pero a la Selección le tendría que dar mucho más importancia, hay muchas jugadoras de buen pie y joven.
De aquellos años noventa admiraba al ídolo Gabriel Batistua. Referentes no tenía, pero le gustaba cómo jugaba Julia Achaval, su presencia, firmeza, una mediocampista con carácter, la describió.

¿Cómo ves al fútbol femenino actual de aquella época tuya de jugadora?
El fútbol de antes, el de ahora, cambió las redes sociales porque el fútbol se juega de la misma forma. Las redes sociales son un medio positivo para el mercado, para que las jugadoras lo vean y tengan la oportunidad de crecimiento futbolísticamente.

Hay jugadoras de más de 40 años en actividad. ¿Soñas con pegar la vuelta en la A o ascenso, cómo estas hoy?
Sí, hay jugadoras de 40, 42 años. En Tigre, Carla. Toda jugadora de antes quisiera volver porque amamos jugar. De mi parte me encantaría volver porque me retiré muy temprano. Ahora es como que siento que no cerré un ciclo de juego, algo me queda por hacer. Todo depende de cómo me sienta físicamente porque el juego no se pierde jamás.

¿Qué te generó el retorno de Tigre después de tantos años?
La vuelta de Tigre fueron muchas emociones.

¿Te gustaría volver a vestir la camiseta de las Matadoras o tenés preferencias?
Sí, me encantaría jugar para Tigre, obvio, es mi amor. Pero si tengo que jugar para otro club, voy a jugar.

¿El equipo qué te pareció en la C?
Es un equipo con buenas jugadoras, recién están empezando, tiene mucho por crecer. La B es distinta, hay equipos con más experiencia. Tigre tiene jugadoras para enfrentar equipos de la B, sólo que tiene que ir mejorando día a día.

¿Encontraste semejanzas con el Tigre que vos integraste?
Son dos clases de juegos. Ellas empezaron con equipos que también se están formando. Nosotras ya jugamos con equipos que venían jugando hace años. Nosotras fue empezar y formar un equipo para jugar contra equipos que ya se conocían. Tuvimos un mes para hacer un equipo competitivo. Fuimos un muy buen equipo, de allí salieron tres jugadoras a la Selección.

Se disputó el primer torneo semiprofesional y ahora varias jugadoras se van al exterior. Tu análisis al respecto.
El tema de las redes sociales. Antes la Selección tenía muy buenas jugadoras pero no se veía, porque si antes teníamos redes sociales, teníamos que ver jugadoras al exterior. Hoy por hoy es un plus para las jugadoras que juegan bien que otros clubes del exterior las pueden ver y las puedan comprar y el mercado al exterior se extienda

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