Tigre: El sueño de volver

Las Matadoras tuvieron un gran equipo a finales de los ´90. Varias ex jugadoras proyectan armar un cuerpo técnico para que vuelva el fútbol femenino al club. DLF dialogó con Claudia González, Sandra Vázquez y Fernanda González.

Por Maximiliano Marasso

El fútbol femenino en Tigre tuvo un lapso breve, pero dejó su huella en la memoria de quienes siguieron la disciplina a finales de los ´90. El conjunto de Victoria fue protagonista en esas temporadas 97 al 99. Las dirigidas por ese entonces por Carlos Trujillo peleaban el torneo ante las más poderosas, como River y Boca. 

Algunas de sus futbolistas integraron la Selección Argentina. La arquera Graciela Zavallo (al mejor estilo Chilavert) convirtió goles de penal y tiro libre. La defensora central, Carola Molina, era una muralla en el fondo. Sandra Vázquez, manejaba los hilos del equipo. Claudia González, un motorcito en el medio. En la delantera, Carolina Vallejos (también pasó por River hoy en el club Glorias futsal). Vale recordar a Andrea Cano y a las mellizas Dina Fernanda González que eran atacantes.

La idea, el proyecto de que el club vuelva a tener fútbol once surge de las propias ex jugadoras que se lo acercaron a Martín Suárez. La novedad es que por primera vez estaría integrado por mujeres. De concretarse, Las Matadoras regresarían a la actividad para competir en el próximo torneo de la Primera B en el segundo semestre del 2019. 

El cuerpo técnico estaría integrado por ex jugadoras: Sandra Vázquez y Claudia González (DT), Graciela Zavallo (entrenadora de arquera), Dina González (ayudante de campo), Fernanda González (encargada de las redes sociales). Además Yanina Rubino (vocera) y habrá una preparadora física, Paula. 

Claudia “Caby” González

Fue una mediocampista con un gran despliegue, ida y vuelta. La “Cholito” (apodada por el estilo Simeone) jugó en Tigre dos temporadas y fue convocada por Carlos Borrelo para la Selección Argentina y estuvo en los repechajes ante México por la clasificación al Mundial.

“Jugar para Tigre, vestir esta camiseta, como hincha, un orgullo” señala con emoción. El recuerdo de ser protagonistas de los torneos. “Hicimos historia. Boca, River, le ganaban a todas por 20-0 y nosotras le hacíamos partido en la primera temporada”.

Con nostalgia y devoción al equipo histórico que integró, repasa alguna de sus compañeras. “Éramos un grupo unido. Qué mediocampo, qué defensa. Teníamos a Carola (Molina) no pasaba nadie. Graciela, la arquera que fue a la Selección. La delantera Andrea Cano “Desastre” la apodábamos. Anita Gallione, Carolina “Tita” Vallejos que también fue a la Selección. Chaparro, Vázquez – la 5-. Mucho talento teníamos”.

Convencida de que con más recursos el club habría conseguido más protagonismo. “Si hubiéramos tenido apoyo, hubiésemos hecho más cosas” y añadió “algunas no teníamos ni para viajar, íbamos caminando a entrenar. Faltaron muchísmas cosas”. Después de casi veinte años hay otra realidad. “Ahora está todo cambiado el fútbol femenino. Las redes sociales. Hay juveniles”

El proyecto de volver a poner a Tigre en la órbita del fútbol femenino surgió de ella misma. “La idea fue mía. Un día me levanté y hablé con Vázquez para formar un cuerpo técnico. Hablé con Grachu, hablé con Yanina, nos dijo que presentáramos un proyecto al club. Empezó a tirar puntas. Surgieron muchas ideas. Hablo con Dina, se re emocionó. Nos juntamos, esperábamos que nos conteste Martín Suárez. El apoyo de radios, periodísticoo. Tenemos una página, impresionante el apoyo. Qué bien que dejamos la camiseta”

Sandra Vázquez

La 5 que manejaba el mediocampo de las Matadoras ahora desea conducir, en dupla técnica, desde el banco. Tras haber jugado en Tigre se dedicó al arbitraje. “A mí me costó mucho ser árbitra. Hace 25 años que lo soy, estudié en la liga UAFA con Oscar viera”.

Sobre aquél equipo que fue pieza fundamental recordó: “En la primera temporada teníamos un mes de juntarnos y ya le ganábamos a equipos que llevaban cuatro o cinco años. Nos decían que era suerte de principiante, pero teníamos muy buenas jugadoras”

El anhelo de repetir la historia. “Queremos hacer lo mismo que nosotros en los 90… 96-97”. El proyecto con sus ex compañeras la tiene exultante. “La expectativa de ser DT siempre me gustó. Tengo noción de cuando era más chica y armaba los equipos. Quiero ser DT, armar un buen cuerpo técnico con mis compañeras, ex jugadoras que peleamos por la camiseta”. El objetivo claramente será tomar un protagonismo. “Quiero armar un buen equipo, competitivo”.

Según su percepción y conocimiento de la zona, se imaginan que tendrán una gran repercusión y convocatoria. “Hay muchas chicas con un buen nivel de fútbol. Recorrí zona norte y me conocen como la “árbitra Vázquez”, muchas juegan muy bien. Avanzó muchísimo el fútbol femenino” y añade con sentido de amor a los colores. “Van a venir muchas chicas al club para honrar la camiseta del club”. 

Aunque falta, se nota las ganas de empezar ya a reescribir la historia del fútbol femenino en el club. “Estamos con todas la expectativas, con toda la emoción, ansiosas. Esperar el OK y hacer historia”. 

Fernanda González

Una de las “Melli”, atacante alta, esbelta, que podía marcar diferencia a pura zancada, será la encargada de manejar las redes sociales, una herramienta importante en la comunicación y difusión.

“Después de Tigre me fui a jugar a San Lorenzo por el solo hecho de que Tigre se acabó, sino nunca me hubiese ido en la vida. Yo iba a entrenar caminando. Vivía a seis cuadras de la cancha. Salía a correr y subía diez, quince veces la tribuna” inicia el relato con un dejo de nostalgia. Con sinceridad y humildad reconoce “yo no era muy buena jugadora, pero tenía mucha voluntad, y siempre subía la escalera pensando “voy a mejorar”. Casi 20 años después, el interés de colocarse los botines están pero descarta la idea. “Ahora que vamos a volver me dan ganas de jugar, aunque ya estoy grande”. Según sus propias palabras, la experiencia vivida “fueron los mejores momentos de mi vida” enfatiza.

Regresando en el tiempo nos cuenta. “Las sensaciones de ese momento, recuerdo el olor que había en el vestuario. Ver las camisetas de Tigre, yo siempre que me la ponía era un orgullo, le daba besos, siempre, antes de ponérmela la besaba. Me miraba con la camiseta y la acariciaba con tanto cariño” su voz denota un amor hacia el club.

En la zona no abundan las instituciones con fútbol femenino y de ahí parte su ilusión. “Espero que este proyecto se logre, que crezca. Que el fútbol femenino sea un deporte más que este ahí para muchas chicas, que la cantidad es enorme”

No abundan las mujeres en los cargos de entrenadoras y menos que un equipo sea manejado íntegramente por ex jugadoras.” Está bueno que el cuerpo técnico sea femenino, porque generalmente ponen hombres, y está bueno tener nuestro lugar, que se abra un puerta”

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